MEMORIAS DEL PROYECTO
La idea de esta casa en la huerta se inspira en la primera conversación con los clientes: A ella le encanta sentarse en la puerta de su casa y saludar a los vecinos; toda una actividad social muy agradable y valiosa para su vida diaria. Por otro lado, él disfruta de la cercanía de la huerta y del estar en contacto con la tierra.
Además, esta pareja, ya jubilada, desea disfrutar su vida en una casa “distinta de lo demás”, una expresión que indudablemente procede de su sobrino, interiorista de vocación, les ha alentado en el deseo de hacerse una casa excepcional.
La parcela está situada en plena huerta, junto un desnivel de casi dos metros entre la calle de acceso y el terreno natural. Las opciones de rellenar el terreno hasta nivelar con la calle o la de elevar la casa no cumplirían los deseos de sus habitantes. Ninguna de ellas ofrecen un equilibrio con el terreno basado en el contexto del lugar y la cultura de los propietarios.
Aprovechando el desnivel del terreno trabajamos con la posibilidad de continuar la calle por medio de una plataforma que se extienda dentro de la parcela, convirtiéndose en un espacio semipúblico a la vez que construye el techo de la vivienda. Es una plataforma con un pequeño pabellón rodeado de árboles frutales que, plantados en grandes macetones que actúan como pilares huecos de la casa, crean un jardín de fragancias entre el murmullo del agua en los canales de riego. Éste es el escenario para disfrutar de la vida social, entre lo público y lo privado, conversando con sus vecinos, organizando matanzas con los amigos, o sencillamente, en las noches de verano, viendo la televisión a la luz de la luna.
Desde el pequeño pabellón se baja a la vivienda, cuyo suelo queda a nivel de la huerta, quedando así la zona privada abierta al entorno natural.
El proyecto responde al contexto del lugar, lo busca en el bienestar de vivir en la huerta, en disfrutar la vida de la calle, en el frescor de los frutales en la zona de bienvenida, y en el tiempo contemplativo relacionado con el agua en los jardines.
UNA VIVIENDA EN LA HUERTA
La casa FC busca un espacio para el tiempo contemplativo y para celebrar las mercancías comunes, acciones tan sencillas como el sentirse miembro de una comunidad de vecinos o disfrutar del paisaje de la huerta. Con su nueva casa, sus habitantes han optado por cuidar su bienestar y el paso del tiempo. La vida en la calle, los árboles frutales y el murmullo del agua, todo forma parte de ello.
[1] Ezio Manzini (2004): “Scenarios of sustainable ways of living. Local and global visions.” http://www.sustainable-everyday.net/manzini/